SINOPSIS
¿Alguna
vez has sentido un miedo tan abrumador que cada parte de tu cuerpo se paraliza
y eres como una espectadora encarcelada por ti misma, obligada a presenciar
aquello que no quieres ver?
Esa
es mi realidad constante. Es mi vida. Es mi rutina. Y estoy acostumbrada.
Aún
recuerdo cuando era pequeña, mis papás decían que no tenía que tener miedo a la
oscuridad, ningún monstruo se ocultaba debajo de mi cama y mucho menos en mi
armario. Pero no era a los monstruos imaginarios a lo que yo temía, era a la
realidad, era a los monstruos que se ocultaban detrás de la imagen de “gente
normal” y se hacían presentes durante el día, al acecho de chicas indefensas
como tú y como yo.
Me
asustaba la idea de crecer, deseaba con todas las ganas que al igual que Peter
Pan, yo me aferrara a mi infancia y el tiempo se detuviera para mí.
¿Por
qué? Sencillo. Porque cuando eres menor de edad la gente se preocupa por ti,
porque cuando eres un niño y algo te ocurre todos mueven cielo, mar y tierra
para que vuelvas a estar bien.
Yo
lo sabía.
Esto
era México. Lleno de delincuentes, narcotraficantes y políticos corruptos… y
eso estaba bien para la gente, porque no podíamos hacer nada para cambiarlo.
<<Adáptate o muere>> escuché constantemente a lo largo de mi vida.
Ahora
tenía 17 años y me quedaban unos meses de tranquilidad falsa antes de que la
ley me abandonara y Dios también por el simple hecho de ser “mayor de edad”.
Porque Dios no podría evitar que trataran de secuestrarme y me obligaran a
prostituirme, él no evitaría el destino que muchas chicas mexicanas tenían. ¿La
ley? No activarían la alerta Amber en cuanto yo desaparecieran, la ley
esperaría 72 largas horas en dignarse a preguntarse ¿Qué habrá pasado conmigo?
Esta es mi historia, me llamo Soledad Pérez
(Soledad, ¿Entiendes la ironía? Porque pronto estaría sola, abandonada a mi
suerte), y pronto, estaba segura, estaría muerta, porque cuando eres bonita
muchos cuervos están al acecho… y solo me quedaba rezar para encontrar una
manera de espantar mis miedos… y enfrentar mi destino con dignidad.
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