lunes, 23 de septiembre de 2013

Capítulo 2


Ok…

La cosa estaba así: yo había huido de mi vida…intentando encontrarme a mí misma porque…siendo sincera…ME ODIABA…y en resumen: pasé la puta noche en un motel barato dirigido por un… ¿Hombre? ¿Mujer? Lo que sea.

Así que… ¿Ahora qué demonios hacía?

Es decir…ya me castigué a mí misma alejándome de todos los lujos que me hacían frívola…y me alejé de mis seres queridos para “encontrarme a mí misma”, pero… ¿Qué carajo debía hacer para conseguirlo?

Una cosa era decirlo…y otra hacerlo.

Por dónde empezar…

No estaba segura.

Ok… ¿No sería mejor irme a un año de terapia con un psicólogo? Nah, eso sería demasiado…normal, sencillo y obvio.

Y bueno…yo no hacía nada que fuera sencillo, yo siempre me iba por el camino difícil, porque era el que al final del día te dejaba más lecciones.

Ahora, estando en el centro de la habitación…no sabía qué hacer.

Siendo honesta me resultaba tentadora la idea de regresar a mi vida de lujos y simplemente pedir perdón a mi hermano y cuñada e ignorar mi culpa y comprar como una lunática hasta hartarme.

Pero no podía hacerlo…

Alguien llamó a la puerta y por un momento dudé…nunca sabes qué clase de fenómenos puedes encontrar aquí y después de la recepcionista…me podía esperar lo peor. Quizá E.T. tocaba a mi puerta.

Bien…bien…exageraba.

Abrí antes de arrepentirme…y de inmediato me arrepentí…qué quieres que te diga, la recepcionista estaba allí, frente a mí…

Y masticaba un chicle de la misma forma en que el ganado come pasto.

¡UUUUGH!

Tu tiempo se acabó…o abandonas la habitación…o pagas nuevamenteavisó dándome una mirada de muerte.

Enserio, ¿Quedarme aquí? Sí, claro.

Me voyavisé recogiendo mis cosas.

¿Ahora a dónde iba?

Salí con…la recepcionista…pisando mis talones.

¿Dónde rayos conseguiste ese trasero, mujer?exclamó.

Me giré sorprendida…y asustada.

Él mío no quedó como lo esperaba…comenzó a quejarse dándose la vuelta y…efectivamente, mostrándome el trasero…o mejor dicho los implantes.

WOOOOOOOU.

¿Le estaba viendo el trasero a la mujer? ¿O a un hombre?

Había caído muy bajo.

Pero…

Ok…no tenía ninguna excusa para eso. Estaba tratando de averiguar si era hombre o mujer.

Mmm…yo….emmmm…balbuceé.

Oh, vamos, perra…tu ropa muestra que claramente puedes pagar por un buen culo…se quejó con esa voz…gruesa…y casi masculina…—dime dónde consigo un trasero así, egoísta.

Pero…mi trasero es…naturaldije confundida.

¿Qué tenía mi trasero? Sí, era respingó y firme…y…oh, a quién engaño. Mi trasero era jodidamente perfecto.

Así que dejaría la modestia…qué les digo, la genética.

Para mi horror…antes de saber que ocurría…esa…mujer…o lo que sea…apretaba mi trasero en su mano. Sí…como si quisiera comprobar la validez de mis palabras.

¡Oh, joder, aléjate de mí!

Antes de saberlo huía despavorida…

Vamos, estaba siendo toqueteada por una mujer…o hombre…esperaba de todo corazón que fuera hombre…porque…no es que sea discriminadora…pero, sí…si fuera mujer…entonces quedaría traumada de por vida.

*****

Pasé el resto del día vagando en busca de inspiración…cuando choqué con algo.

Y ese algo resultó ser…una chica.

Lo siento, estaba distraídadije tratando de sonar arrepentida…cuando en realidad lo que quería era gritarle que alejara sus mugrosas manos de mi alcance y se apartara como el infierno de rápido de mi camino.

Pero eso sería pretensioso y estaba tratando de ser una nueva clase de chica.

Así que…tenía que ser amable con la clase baja.

Ok…eso sonó pretensioso y egocéntrico.

Pero no era una santa…los cambios se daban de poco en poco…no de sopetón.

Estás perdonada, ahora mueve tu culo lejosrespondió bruscamente la chica.

Ouch, y yo tratando de ser amable, sí, claro.

Antes de que pudiera responderle con algo igual de grosero, me interrumpió.

Dios, que lenta eres…lo juro…las rubias son muuuuuuuuuuy tontas.

¡¿Ahora me llamaba tonta?!

PERRA.

LOCA.

MALDITA.

DESGRACIADA.

No me mires así…aunque eres chistosa de ver, ¿Cuál es tu nombre, perra?

¿Perra?

¿Qué tenía la…clase baja…con llamarse perras entre chicas?

Oh…nunca lo entendería.

Evadije forzándome a no perder la cabeza.

“Toma esta muestra de educación, perra” pensé viéndola fijamente.

Eva…qué demonios haces por aquí…vestida asíseñaló con asco mi ropa, mi hermosa ropay vagando como una sin rumbo.

Bueno…más claro ni el agua.

Me encogí de hombros.

Vagando sin rumbo…y en busca de…algoañadí insegura.

Me miró fijamente…como si estuviera midiéndome…

¿Un departamento?sugirió.

Quizá.

Por diez dólares te ayudo a buscar uno—propuso con un brillo en su mirada.

Bueno…qué mejor que un guía para orientarme en los barrios bajos.

Tratodije tendiéndole la mano.

Me dio un extraño saludo de manos, chocando su mano con la mía y dándome un puñetazo que me hiso hacer una mueca de dolor.

Vamos, perra, ahora me tienes a mídijo empujándomepor cierto…yo soy Mary…y cobro por adelantado.
Bien…creo que tenía una nueva… ¿Amiga?

2 comentarios:

  1. Hola! ME ENAMORE DE DEJA DE SOFOCARME! por favor escribe la tercera parte, no sabes como la espero.....Gracias!

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