Era
simplemente… woou.
Y yo
estaba actuando…torpe.
No era
algo raro en mí, siempre había sido algo torpe, eso no lo podía negar.
Pero lo
estaba llevando a otro extremo.
Mientras
él me sostenía en sus brazos yo estaba allí…boqueando como pez.
TONTA.
TONTA. TONTA.
En mi
defensa, no podría haber mujer en este mundo que actuara con coherencia
teniendo a semejante hombre sosteniéndola en brazos.
Y ahora
él me miraba divertido.
¿Le
resultaba divertida? IDIOTA.
———
Hmmm…gracias——balbuceé mientras lo empujaba lejos de mí.
Hice
una mueca de dolor…JODIDA MIERDA…las costillas me dolían como el infierno.
Solo
de pensarlo quería llorar. Era una estúpida.
Pero
ya no más.
Basta.
Había
un instinto que se había activado en mí en el momento en que Adam me golpeó
como nunca lo había hecho, hasta dejarme inconsciente.
Pero
no pensaría en ello.
Desde
el momento en que había puesto un pie en el avión, él había quedado en el
pasado.
Nadie
nunca más pasaría sobre mí otra vez.
Viviría
mi vida.
La
viviría al máximo.
Porque
si algo había aprendido en aquellos tormentosos momentos en que había creído
que Adam me mataría, era que la vida era bastante corta e inesperada.
Había
perdido 24 años de mi vida dejando que la gente hiciera lo que quisiera de mí.
Dejando que los demás me controlaran a su gusto y observando cómo me perdía
cada vez más a mí misma. Siempre compadeciéndome por ser hija de nadie. “Hija”
de mis “padres” adoptivos, que para el caso bien pudieron haber adoptado un
perro para completar su “imagen” de “la familia perfecta”.
Lo más
triste de todo, es que al final, en este momento, donde había dado el primer
paso hacia mi nueva vida…no sabía quién era.
No
sabía quién era yo como persona.
No
sabía qué me gustaba en realidad y qué me “gustaba” porque era lo que “debía
gustarme”.
No
sabía lo que era la vida.
Era patética.
Pero
era el momento, el momento en que estaba tomando las riendas de mi vida, en que
estaba viviendo la vida como si no hubiera un mañana, era el momento en que
recuperaría mi vida.
Al
demonio con los demás.
Jodidamente
haría lo que quisiera, cómo quisiera y cuándo quisiera
Parpadeé
regresando a la realidad.
Señor
caliente me miraba preocupado e intrigado.
¿Es que
era un jodido bicho raro para él o qué le ocurría?
——— Si
me dejas entrar a mi asiento te lo agradecería——gruñí secamente tratando con
todas las fuerzas de no mirarlo.
No fui
tan fuerte.
Pero
mierda, apenas estaba iniciando una “nueva yo”, la fuerza la adquiriría de poco
en poco.
“Pasos
de bebé” me dije pacientemente.
Tenía
que dar pasos de bebé, solo así conseguiría una estable nueva vida. De poco a
poco. Intentando y fallando. Recuperándome y siguiendo intentándolo hasta
conseguirlo. Era un pequeño paso el haber decidido irme jodidamente lejos de
Adam.
Paso a
paso, me encontraría a mí misma.
Como
la débil y frágil chica que era, no me contuve, miré en dirección de este
adonis, viendo sus mejillas sonrojarse ante mi arrebato. Bien, yo no era la
única tonta aquí.
“Aprende,
nene, puedo dejarte sin palabras también,” pensé mientras lo veía y sonreía
burlonamente hacia él.
Sus ojos
se endurecieron y apretó su mandíbula tan fuertemente que creí por un segundo
que podría hacerse daño.
Se
apartó un paso de mí.
No
dejándome el suficiente espacio para sentarme en mi asiento en la ventanilla
sin tener que rozarlo. Mi cuerpo contra el suyo.
Solo
de pensarlo.
¿Hacía
calor o era yo?
Paso a
paso. Recuperar el control de mí vida. Paso a paso. Nunca nadie más pasaría
sobre mí.
Mordí
mi labio nerviosamente ignorando el jadeo que contuvo el sexi hombre mientras pasé
frente a él provocativamente, rozando ligeramente mi trasero contra él. OH SI,
BABEA Y OBSERVA.
Sus
ojos ardieron misteriosamente.
“El
fuego no es lo único que quema…el hielo también lo hace…de una forma diferente
pero con la misma dolorosa intensidad”
me recordó mi conciencia.
Por un
momento pude haberlo ignorado.
Pero
viendo sus ojos azules…casi sentí el hielo quemar contra mí.
Era una
sensación…desconocida.
Nunca
antes había sentido algo así.
Lo
desestimé mientras me sentaba en el asiento y recargaba mi bolso con las
pertenencias de más valor que tenía sobre mis piernas.
¿Por
qué adonis no se iba de allí? Me pregunté viéndolo parado en el mismo lugar en
el que había estado.
Bien.
Puede
que por primera vez en la vida haya sido una provocadora, pero no podía él
pensar que lo que sea que hayamos sentido en un segundo, esa…atracción… podría
llevarlo a algo más. Pero, ¿Quién podía negarse a una ardiente ronda de sexo
con semejante Dios del sexo? Yo no.
Aparté
la vista de él.
Por un
par de segundos lo conseguí. Hasta que sucumbí a la tentación y disfruté del
espectáculo de verlo parado con esos pantalones de mezclilla oscura pegada a
sus musculosas e interminables piernas. Wou, nunca creí que diría eso de un
hombre.
Una
esquina de su boca se alzó ligeramente.
El
maldito estaba disfrutando de lo lindo.
Alzó el
bolso de piel que aguardaba a sus pies y lo acomodó sobre el portaequipaje,
haciendo que su suéter de manga larga de cachemira se alzara hasta su ombligo,
exponiendo una generosa y deliciosa cantidad de piel.
Mi boca
se secó.
¿Qué
tanto me había perdido en estos 24 años de vida?
Un
ligero camino de bello conducía hacia…
Ahora
sí…
Mi boca
estaba de alguna manera completamente seca…y al mismo tiempo estaba salivando
incontrolablemente.
Hiso
nuevamente esa ligera sonrisa, donde solo curvaba ligeramente sus labios. Y fue
simplemente…alucinante.
Ese
hombre era puro sexo andante.
Era…
WOUU.
Se
sentó en el asiento junto al mío, rozando ocasionalmente mi pierna con la suya.
Contuve
el aliento, no sabía si todo aquello era al propósito…o era accidental. De la
forma en que fuera, me tenía jadeando por aire.
En
serio, ¿Por qué hacía calor?
Estaba
siendo una tonta.
Desde
ese momento saqué mi celular para concentrarme en cualquier cosa que no fuera
Sr. Sexo, sentado cómodamente a mi lado.
7
llamadas perdidas.
De
Adam.
¿Cómo
podía alguien hacer tantas llamadas seguidas en menos de 3 minutos?
Lo
dicho, Adam estaba loco.
Y yo
finalmente era libre de él.
De él…y
del control de mis padres.
Sabía
que era cuestión de segundos para que me obligaran a apagar el celular por lo
que rápidamente marqué el número de Jase.
———
¿Estás bien? ——contestó al primer tono de llamada.
Tragué
saliva.
———
Define bien——respondí.
———
¿Qué ocurrió?
———
Tengo 7 llamadas perdidas de Adam——informé——en menos de 3 minutos.
Jase
procedió a maldecir coloridamente a Adam.
———
Ese jodido loco——terminó tomando una bocanada de aire.
Sonreí
con cariño al pensar en mi querido y único amigo, casi hermano, Jase.
———
Todo estará bien——dije repitiendo lo que él me había dicho cientos de veces.
———
Así es, pequeña, no dejaré que nada te pase——afirmó él.
Lo
amaba tanto, era la única persona que estaba allí para mí.
———
Ten cuidado——rogué sabiendo que la mirada que me dirigía la azafata era una de
advertencia.
——— Lo
tendré, no te preocupes, cariño, te veo en una semana, háblame en cuanto
llegues——se despidió rápidamente de mí.
Apagué
el celular.
Ahora
no tenía nada en que concentrarme.
Estaba
la opción de dormir, cosa que no podría hacer teniendo semejante distracción
junto a mí.
Éramos
las únicas dos personas en esos asientos.
¿Qué
demonios? Me pregunté.
Jodida
suerte tenía yo.
Momentos
después despegamos.
Cerré
los ojos fuertemente. Odiaba esa parte de volar. Me daba vértigo.
Agarré
fuertemente las manos en los reposaderos, tomando por accidente la mano del
adonis. Me quedé petrificada.
O al
menos lo hice hasta que su mano se separó y cubrió la mí con un ligero apretón.
———
Tranquila, todo está bien——susurró en mi oído, provocando con su aliento una
ola de escalofríos que recorren cada parte de mi cuerpo.
Y
antes de que pudiera apartarme estábamos comenzando a volar, y la azafata
anunciaba el vuelo con destino a Inglaterra.
Me
quedé quieta por unos segundos, disfrutando por una vez en la vida de una
caricia inocente, sin ningún tipo de violencia o maldad. Ese adonis no sabía el
gran regalo que me había hecho al ser la primera persona en consolarme, que no
sea Jase, en 24 años, por el imple hecho de preocuparse sinceramente.
Esa
era mi primera vez, mi primera vez que sentía que era importante para alguien, aunque
fuera solo por unos segundos.
Parece que no soy muy experta en esto de los blogs, pero de verdad me encantaria leerlo completo, si es que esta terminado, ó seguir leyendo si es que aun lo escribes. Que debo hacer para leerlo completo? Te paso mi correo indirabgv@gmail.com. Gracias.
ResponderEliminar