Sinopsis

 

SINOPSIS

 

Supongo que cuando piensas en compartir tu historia con el resto del mundo, nunca sabes cómo comenzar. Al menos espero no ser la única a la que esto le suceda.

Yo no soy buena hablando, jamás lo he sido, y supongo que ese ha sido mi mayor error en la vida. 

Por no hablar…él me rompió…él me destrozó… él pasó sobre mí como…como si no fuera nada. 

Pero entonces, fue el no haber hablado lo que me llevó a huir…y huir me llevó a sus brazos. Literalmente. Por lo que secretamente agradecía mi defecto.

Los brazos de Dorian son…bueno…es como si me sostuvieran como si fuera el mayor tesoro que podría jamás haber encontrado. Y no, esa fuerza con la que me sostiene, no tiene nada que ver con sus perfectos y marcados músculos.

Pero, sí, conmigo siempre hay un “pero”, no me puedo permitir amarlo, no puedo amarlo más de lo que lo hago. No puedo encadenarlo a mi lado, no cuando no soy capaz de dar lo que recibo. 

Él es perfeccionista. Yo soy defectuosa.

Él quiere una mujer divertida. Yo tiendo a siempre ser negativa. 

Ambos somos como agua y aceite. Literal y metafóricamente hablando.

Todo el mundo ve en él al verano, lo ven en su físico, pero se equivocan, porque yo lo veo a los ojos, sus ojos color azul, azul como el mar, azul como el hielo…y yo veo invierno. Y amo el invierno. 

No importa lo rota que esté, a él parece no importarle, pero no sabe en lo que se está metiendo. Y hasta la fecha tenía grabado a fuego en mi memoria el primer pensamiento que tuve cuando lo vi: “Sus ojos me miraron... Y el resto del mundo se congeló... Él era... Él era INVIERNO”.